La revisoría fiscal DIAN está en el centro del debate. Mientras la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales intensifica sus controles y monitoreo en tiempo real, las empresas colombianas descubren que ya no basta con “hacer las cosas bien”: ahora deben demostrarlo con evidencia dura, trazable y bien archivada.
En este contexto, el rol del revisor fiscal pasa de ser un “veedor de confianza” a convertirse en el gestor de la evidencia que puede marcar la diferencia entre una fiscalización tranquila o una tormenta de requerimientos, sanciones y cierres.
Tabla de contenidos
Por qué la revisoría fiscal está hoy bajo la lupa de la DIAN
El giro hacia la fiscalización basada en datos y documentos
En los últimos años, la DIAN ha fortalecido sus capacidades tecnológicas y de analítica de datos: monitorea en tiempo real la facturación electrónica, cruza información de terceros, exógena y declaraciones, y realiza jornadas masivas de verificación en todo el país.
Esto significa que:
La DIAN detecta inconsistencias mucho más rápido.
No depende exclusivamente de visitas presenciales: cruza datos de diferentes fuentes.
Cuando llega a una empresa, suele hacerlo con hallazgos preliminares en la mano.
En este nuevo escenario, la revisoría fiscal ya no puede funcionar sobre la base de “creo que está bien”. La DIAN opera bajo una lógica distinta: “muéstreme la evidencia”.
Marco normativo que refuerza la exigencia de evidencia
El Código de Comercio, en su artículo 207, establece las funciones del revisor fiscal: cerciorarse de que las operaciones se ajustan a la ley, dictaminar estados financieros, velar por el adecuado control interno, entre otras.
A esto se suma la exigencia de aplicar las Normas Internacionales de Auditoría (NIA), entre ellas la NIA 500 – Evidencia de auditoría, que obliga al auditor o revisor fiscal a obtener evidencia suficiente y apropiada para sustentar su opinión profesional.
Además, la DIAN viene emitiendo lineamientos y modelos sobre gestión de documentos electrónicos y programas de gestión documental, que impactan directamente la forma como las empresas deben producir, conservar y poner a disposición sus soportes.
En resumen: la norma y la tecnología se alinearon para exigir más evidencia y menos confianza.
De la confianza ciega a la evidencia dura
Qué entiende la DIAN por evidencia suficiente y apropiada
Cuando la DIAN llega a una empresa, espera encontrar algo más que cifras: quiere ver el camino documental que soporta esas cifras. Desde la óptica de la revisoría fiscal y de la NIA 500, la evidencia de auditoría incluye:
Registros contables (libros, auxiliares, mayores).
Soportes de las operaciones: facturas, contratos, recibos de caja, extractos bancarios, nómina, actas, etc.
Documentos electrónicos válidos: facturas electrónicas, documentos equivalentes, comprobantes de pago.
Información de terceros: certificaciones de clientes, proveedores, bancos, entidades estatales.
Otra información relevante: correos, informes internos, políticas, manuales, evidencias de controles.
“Evidencia suficiente y apropiada” significa que la información, además de existir, debe ser:
Confiable (procede de fuentes creíbles y controladas).
Relevante (guarda relación directa con lo que se busca probar).
Completa (no deja vacíos significativos).
Oportuna (corresponde al período y operación que se está revisando).
Tipos de soportes contables y tributarios que se revisan con más detalle
Aunque cada caso es distinto, en la práctica la DIAN suele poner la lupa en:
Ingresos y facturación
Facturas electrónicas y documentos POS electrónicos.
Cruces entre ventas declaradas y ventas reportadas en sistemas de terceros.
Costos y gastos deducibles
Soportes de compras, contratos de prestación de servicios, nómina, aportes a seguridad social.
Evidencia de la realidad económica de la operación (que no sea una simple “factura de papel”).
Retenciones y autoretenciones
Cálculos, bases, declaraciones y comprobantes de pago.
Impuestos indirectos (IVA, INC)
Coherencia entre IVA generado, IVA descontable y actividad económica.
Patrimonio y cuentas por cobrar/pagar
Soporte de saldos relevantes: contratos, pagarés, actas de acuerdos, conciliaciones, cartas de confirmación.
La revisoría fiscal DIAN se juega en estos detalles: si no hay evidencia fuerte, la credibilidad de los estados financieros y de la empresa se debilita.
Nuevas exigencias para empresas y revisores fiscales
Obligaciones clave del revisor fiscal frente a la DIAN
El revisor fiscal, más que un “firmante”, es el interlocutor técnico de la empresa frente a la DIAN. Entre sus responsabilidades clave están:
Diseñar y ejecutar procedimientos de auditoría que generen evidencia suficiente y apropiada.
Verificar la existencia y efectividad del control interno, especialmente en procesos críticos (facturación, caja, bancos, nómina, impuestos).
Alertar a la administración sobre inconsistencias y riesgos de sanción o evasión.
Exigir mejoras documentales cuando detecta soportes débiles, incompletos o inexistentes.
Dejar evidencia de su propio trabajo en papeles de auditoría organizados y archivados.
La DIAN, cuando visita una empresa, puede pedir hablar con el revisor fiscal, solicitar sus informes y revisar si su trabajo fue diligente o meramente formal.
Riesgos y sanciones cuando no hay evidencia sólida
Cuando la evidencia no respalda lo que está en la contabilidad y en las declaraciones, las consecuencias pueden incluir:
Rechazo de costos y gastos, aumentando la base gravable.
Liquidación de mayores impuestos, intereses y sanciones.
Cierres temporales de establecimiento, especialmente por incumplimientos en facturación electrónica.
Embargos de cuentas y bienes.
En casos graves, investigaciones penales por fraude o evasión.
Para el revisor fiscal, una evidencia débil puede derivar en:
Procesos disciplinarios ante la Junta Central de Contadores.
Pérdida de reputación profesional.
Eventuales responsabilidades patrimoniales si se demuestra negligencia grave.
Cómo preparar la evidencia antes de que llegue la DIAN
Checklist de documentación contable y tributaria
Un enfoque práctico para empresas y revisores fiscales es trabajar con un checklist de evidencia. Entre los puntos mínimos a cubrir:
Contabilidad y estados financieros
Libros obligatorios actualizados y respaldados.
Conciliaciones bancarias mensuales.
Soporte de saldos significativos (cartera, proveedores, préstamos).
Impuestos
Declaraciones de renta, IVA, INC, retenciones, industria y comercio.
Certificados de retención y documentos de pago.
Soporte de beneficios tributarios aplicados (si los hay).
Facturación y ventas
Registro completo de facturas electrónicas y POS electrónicos.
Políticas de facturación, descuentos y devoluciones.
Soportes de medios de pago recibidos (transferencias, datáfonos, plataformas).
Nómina y seguridad social
Contratos de trabajo, nómina electrónica, planillas de seguridad social.
Soportes de prestaciones, bonificaciones y auxilios no salariales debidamente documentados.
Gobierno corporativo
Actas de asamblea y junta directiva.
Políticas contables y tributarias aprobadas.
Manuales de control interno y matrices de riesgos (si existen).
Cómo preparar la evidencia antes de que llegue la DIAN
Gestión documental, facturación electrónica y trazabilidad
La DIAN insiste cada vez más en la gestión documental electrónica: no solo importa tener la factura, sino poder demostrar trazabilidad, integridad y conservación a lo largo del tiempo. Dian+4Dian+4Dian+4
Buenas prácticas clave:
Definir un sistema de archivo estructurado (por año, tipo de documento, tercero, etc.).
Establecer políticas de conservación alineadas con normas tributarias y comerciales.
Asegurar que los documentos electrónicos sean legibles, recuperables y verificables.
Mantener copias de seguridad periódicas y protocolos de acceso controlado.
Buenas prácticas para pymes y empresas en crecimiento
Las pymes suelen ver la revisoría fiscal como un costo obligatorio, pero, bien gestionada, puede ser un seguro preventivo frente a la DIAN. Algunas recomendaciones:
Involucrar al revisor fiscal en decisiones clave (cambios en modelo de negocio, fusiones, nuevas líneas).
Realizar cortes internos de revisión durante el año, no solo al cierre.
Documentar por escrito los criterios adoptados ante situaciones complejas (por ejemplo, ingresos atípicos, provisiones, descuentos especiales).
Invertir en herramientas tecnológicas básicas: software contable confiable, gestión documental y reportes que faciliten la trazabilidad.
Oportunidad para fortalecer el rol estratégico de la revisoría fiscal
Paso 1. Identifica tus objetos de costos
Pregúntate qué quieres costear: ¿productos, canales de venta, clientes, procesos? Define con claridad el alcance.
Paso 2. Realiza un diccionario de actividades
Haz una lista de todas las actividades que realizas por cada centro de costos.
Paso 3. Identifica los recursos
Reconoce los costos y gastos que se consumen en cada actividad: arriendo, servicios públicos, salarios indirectos, depreciaciones, etc.
Paso 4. Define los direccionadores de costos
Son los factores con los cuales medirás el consumo de recursos en cada actividad (ejemplo: horas de máquina, tiempo de operario, número de pedidos).
Este puede ser el paso más complejo. En Acierto Contable te ayudamos a definirlos correctamente.
Paso 5. Calcula tus costos
Distribuye los recursos según el consumo definido por los direccionadores, y asígnalos a tus objetos de costos.
Oportunidad para fortalecer el rol estratégico de la revisoría fiscal
De “firmar estados financieros” a gestionar riesgos
El escenario actual de fiscalización DIAN empresas 2025 obliga a replantear el rol del revisor fiscal:
-
Ya no es solo quien revisa cifras, sino quien ayuda a gestionar riesgos tributarios, contables y reputacionales.
-
Su informe y sus recomendaciones deben ser insumos para el gobierno corporativo y la toma de decisiones.
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La administración debería ver al revisor como un aliado estratégico para anticiparse a la DIAN, no como un trámite.
Cómo convertir la evidencia en ventaja competitiva
Una empresa con buena evidencia:
-
Responde rápido y con tranquilidad a requerimientos de la DIAN.
-
Reduce tiempos y costos asociados a fiscalizaciones.
-
Puede enfocarse en su negocio, en lugar de vivir apagando incendios tributarios.
Para empresarios y revisores fiscales, el mensaje es claro:
La revisoría fiscal DIAN del futuro se construye hoy, con evidencia sólida, procesos claros y una relación madura entre administración y revisor.
Al final, tener la casa en orden no solo evita sanciones; también genera confianza en bancos, inversionistas, clientes y proveedores.
Cómo convertir la evidencia en ventaja competitiva
Una empresa con buena evidencia:
Responde rápido y con tranquilidad a requerimientos de la DIAN.
Reduce tiempos y costos asociados a fiscalizaciones.
Puede enfocarse en su negocio, en lugar de vivir apagando incendios tributarios.
Para empresarios y revisores fiscales, el mensaje es claro:
Preguntas frecuentes sobre revisoría fiscal y DIAN
1. ¿Qué exige hoy la DIAN al revisor fiscal en Colombia?
La DIAN espera que el revisor fiscal obtenga y conserve evidencia suficiente y apropiada de su trabajo: papeles de auditoría, soportes de las principales operaciones, pruebas de control interno y documentación que respalde los estados financieros y las declaraciones tributarias.
2. ¿Qué tipo de evidencia de auditoría debo tener lista para una visita de la DIAN?
Debe tener organizados: libros contables, facturas electrónicas, contratos, nómina, extractos bancarios, conciliaciones, soportes de impuestos, actas y cualquier documento que demuestre la realidad económica de las operaciones.
3. ¿Cómo se prepara una empresa para una fiscalización DIAN con el revisor fiscal?
Lo ideal es trabajar con un checklist de evidencia: revisar saldos relevantes, conciliar bancos, validar que todos los impuestos fueron declarados y pagados, verificar que la facturación electrónica esté completa y que la documentación esté archivada y disponible.
4. ¿Cuáles son los riesgos por falta de soportes contables ante la DIAN?
La DIAN puede rechazar costos y gastos, liquidar mayores impuestos, imponer sanciones, ordenar cierres temporales e incluso iniciar procesos de embargo o investigaciones por fraude cuando identifica inconsistencias graves.
5. ¿Qué dice la NIA 500 sobre la evidencia de auditoría del revisor fiscal?
La NIA 500 establece que el auditor o revisor fiscal debe diseñar y ejecutar procedimientos para obtener evidencia suficiente y apropiada, considerando su confiabilidad, relevancia y oportunidad, y documentar todo en sus papeles de trabajo. Actualícese |+2InstitutodeContadoresColombianos+2
6. ¿Cómo organizar los soportes contables para evitar sanciones de la DIAN?
Es clave contar con una política de gestión documental: clasificar por año y tipo de documento, asegurar que los archivos electrónicos sean íntegros y recuperables, guardar copias de seguridad y definir responsables del archivo físico y digital.
7. ¿La DIAN está haciendo más visitas y controles a empresas?
Sí. En los últimos años la DIAN ha incrementado las visitas, cierres de establecimientos y acciones de monitoreo en tiempo real sobre facturación electrónica y cumplimiento tributario, lo que demuestra un endurecimiento de la fiscalización.